jueves, 7 de mayo de 2009


No puedo terminarte ahora, no puedo destruirte ya, no tengo nada de ti, pero tengo todo de tu maldito pecho, de tu bendito labio.
No puedo recordarte como aquello que he inventado para suicidarme con su sudor emanado de mi abrazo.
Pero sé que aún puedo pedirte algo.
Ven y quítame la ropa, deja la fascinación para otro momento y siéntate a conversar con mi sombra y mi lengua pegada al café hecho de recuerdos, mirame desnuda pero mírame por dentro, deja a los espejos que miren, que espíen, que descubran, que se ericen. que nos miren mirándonos y deseandonos inmensos, eternos, ligeros, a punto de volar.
Pero no volemos hoy... hoy quedémonos en la tierra, buscandonos terrenales, mirame tuya y sienteme cercana, que yo te hare mío y te mencionaré intocable y melódico.
Y así hoy nos olvidaremos, te mencionaré poema y tu me dejarás volar en una nota alta.

1 comentario:

Xavi Temoltzin dijo...

Me encantó!! De principio a fin, quizás porque me identifiqué con la primera parte por una situación que en la que estoy ahora, el erotismo excelente, muy bien manejado y, claro, por el hecho de "volar"... Muy Espantapájaros N° 1 de Girondo. Fantástico!!