jueves, 24 de diciembre de 2009

avioletados ni siquiera es palabra


Ha sido un largo rato desde que te vi sentada en el tocador...
Te miro la espalda; te miraría el alma si tuvieras, y si tuviera.

¿Por qué te dedicas a pintarte los ojos?, te preguntaría; para obtener una respuesta igual de ambigua como tus labios si tuvieras, y si tuviera.

Siempre me he preguntado ¿por qué las modas vuelven?; has tomado un aire londinense en los años 20's, y yo, yo he tomado el mismo aire de siempre.

También yo ayer me pintaba los ojos como todos los días, hoy quisiera hacer lo mismo, pero me estorba tu torso clavado en la silla, te arrancaría de ahí con fuerza si tuviera; si tan sólo la tuviera.

La mañana se ha tardado mucho en llegar, se le hizo tarde y llamó para avisarme su ausencia inoportuna, y en la penumbra de una veladora, sé que orarías por tu penar si tuvieras, yo sí tengo.

Me aletargas, me ausentas, me alucinas, esa maldita curva de tu espalda me mata, te has hecho una con mi silla, respiras, sé que respiras como si tuvieras vida, yo.... yo no sé si tengo.

Beberé algo mientras te espero, no hay whiskey, ni siquiera me gusta, por eso tomaría agua si tuviera, creo que ya no tengo.

Es inútil describir lo que pasa en esta habitación, tu espalda, tus ojos avioletados, tus pestañas igual de dementes que la curva de tu cuerpo, tu línea sutil de seda por cabello; describiría tu alma si tuvieras, si tuviera.