jueves, 25 de diciembre de 2008





Me autodenomino culpable.
Sí aire, soy culpable.
Culpable de aquellos ojos que incriminan con ternura.
Culpable de mustiamente negar halagos.
Culpable de flagelar este cuerpo hasta el marrón.
Culpable de traicionar con mi escalofrío tu sagrada mano.
Culpable de este acento pesado y suave...frágil a tu voz.
Soy, lo soy, de mis noches impacientes y de mi inspiración quemada.
de mis lágrimas... que pido que te lleves y no te llevas sino que las traes.
del baile de salón donde quiero perderme mil años entre licor y cigarro, y tus piernas y las mías.
de perderme del punto de fuga en tu ombligo y desembocar en mi vientre al sonido de tus tacones.
de Odiarte con O mayuscula y llorar en silencio lo imposible, soy culpable de tenerte y no tenerte, de seguir indefinida e inconteniblemente lejana... de seguir siendo la culpable viento, ha llegado la hora de mi castigo... golpéame con tu fuerza y tu tierra que se cuela en tu cuerpo perforandolo, pero déjame aquí donde puedo verlo dormir mientras golpeo mi pecho.... mea culpa....mea culpa.

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